Homicidios de exintegrantes de la Unión Patriótica (UP), periodistas, funcionarios judiciales y población civil; además de desplazamientos forzados, actos de tortura y violencia de género, entre otras conductas ilícitas, aceptó ante la Fiscalía General de la Nación, el excabecilla paramilitar Carlos Mario Jiménez Naranjo, alias “Macaco”.
En total, el que fuera el mandamás del llamado bloque central Bolívar de las extintas autodefensas unidas de Colombia, admitió su responsabilidad en 141 hechos criminales
La investigación permitió acreditar múltiples conductas delictivas que hicieron parte de un plan sistemático que habría promovido alias Macaco y otros jefes paramilitares, que buscaba perseguir y silenciar a cualquier actor público o a la población civil que se oponía o denunciaba el actuar ilegal de las autodefensas en varias regiones del país.
Los hechos
En ese sentido, a Jiménez Naranjo se le atribuyen delitos como homicidio agravado, lesiones personales, homicidio en persona protegida, tortura en persona protegida, acceso carnal violento en persona protegida, reclutamiento ilícito, desaparición forzada, secuestro simple, secuestro extorsivo, tortura; y deportación, expulsión, traslado o desplazamiento forzado de población civil.
Estos delitos fueron perpetrados por el bloque central Bolívar, así como por el bloque sur Bolívar, el frente Alfredo Socarrás, el frente Fidel Castaño, el frente Walter Sánchez, el frente Isidro Carreño, el frente Cacique Guanentá, el frente Lanceros de Vélez y Boyacá, el frente Cacique Pipintá, el frente Mártires de Guática, el frente héroes de los Andaquíes y el bloque Libertadores del sur.
Algunos de los crímenes aceptados por alias Macaco son, el homicidio del investigador del CTI Orlando Torres Losada, ocurrido el 19 de septiembre de 2002, en Florencia (Caquetá), como el de los integrantes de la Unión Patriótica (UP), Arsenio Paloma y Oleider Paloma Viuche, perpetrado el 26 de marzo de 2002, en La Montañita (Caquetá).
De igual manera la masacre de Barrancabermeja (Santander), registrada el 4 de octubre de 2000, como el desplazamiento forzado de los residentes de la hacienda Las Pavas, en el Sur de Bolívar. Hecho conocido en septiembre de 2003.
Fuente y Créditos