Los informes de inteligencia lo señalan como socio de alias ‘Chiquito Malo’ y líder de una estructura criminal dedicada al tráfico de cocaína.
En un operativo en una lujosa mansión de San Pelayo, Córdoba, fue capturado Ferney de Jesús Cardona Bello, un supuesto empresario al que se atribuye el alias de ‘Soya’ y que sería uno de los principales narcotraficantes de la estructura criminal del Clan del Golfo.
El resultado de la operación que lideró la Policía Nacional fue confirmado por el ministro de Defensa, Iván Velásquez. El alto funcionario indicó que “Soya” es “señalado de liderar una organización internacional de narcotráfico y lavado de activos vinculada con el Clan del Golfo, que exportaba hasta 10 toneladas mensuales de cocaína a EEUU y Europa”.
La captura de Cardona se realizó dentro de la estrategia Agamenón que está dirigida a destruir a la autodenominada estructura de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia. En ese plan se ejecutó la operación Galicia de manera simultánea en Medellín, Apartadó y San Pelayo, que dejó otros seis integrantes de esa organización detenidos.
La Policía Nacional, junto a miembros de la Unidad de Información y Análisis Financiero (Uiaf) y la fiscalía general de la Nación le siguieron la pista a Cardona durante tres años, al identificarlo como narcotraficante inversor y dinamizador de lavado de activos asociado con los principales cabecillas del Clan del Golfo.
Ubicar a alias Soya no fue sencillo. Según la información de inteligencia de las autoridades, evitaba utilizar dispositivos electrónicos y cambiaba constantemente de ubicación, debido a que sabía que incluso agentes de la CIA de Estados Unidos estaban pendientes de sus movimientos.
Los informes de inteligencia señalan que Cardona le reportaba directamente a Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, envíos de hasta 50 toneladas de cocaína al exterior. Una vez el líder del Clan fue extraditado, mantuvo el vínculo con los herederos Chiquito Malo y R-20, pero sus movimientos se redujeron a 10 toneladas.
La actividad de la estructura criminal que lideraba Cardona se centraba en la contaminación de contenedores en los puertos de comercio del Urabá, Cartagena, Barranquilla y Santa Marta, con destino a Norteamérica y Europa. Contaba además con transportistas de lanchas rápidas que se encargaban de operar embarcaderos clandestinos de tránsito en Panamá, Costa Rica y República Dominicana donde había bodegas de acopio de cargamentos de drogas con capacidad de hasta 15 toneladas, con las que satisfacía el tráfico internacional.
Durante la investigación, las autoridades identificaron que alias Soya había conformado una red de colaboradores encargados de trasladarlo entre fincas y apartamentos ubicados en Medellín, Apartadó, Carepa, Turbo, Necoclí, en Antioquia; así como Montería, San Pelayo, Cereté y los Garzones en Córdoba.
La estrategia para esconderse de la Policía consistía en realizar movimientos pendulares entre esos municipios. No duraba más de cuatro días en cada ubicación, e incluso cambiaba su vehículo personal cada 15 días para despistar a los investigadores.
En septiembre de 2023 ordenó comprar vehículos de alta gama que registró a nombre de testaferros, así como alquilaba vehículos Audi, Mercedes Benz y Toyota 4 Runner en Medellín para su uso personal. El día de la operación de captura estaban utilizando una Toyota T-Cross modelo 2024, con la que se trasladó hasta una vivienda rural en San Pelayo.
El expediente de Cardona señala que desde 2010 hasta 2023 blanqueó más de $65.000 millones de pesos a través de la creación de empresas fachadas, inversiones económicas, así como la compra de bienes muebles e inmuebles principalmente en Antioquia y Córdoba.
Las propiedades las puso a nombre de familiares y otros de sus colaboradores de confianza para lavar los activos producto del narcotráfico. Así mismo, se han identificado inversiones ganaderas, criaderos de caballos, escuelas de fútbol, vehículos de alta gama, empresas de combustible, entre otras actividades.
Los delitos atribuidos son lavados de activos y enriquecimiento ilícito de particulares. Para las autoridades, su captura es un golpe al brazo financiero del Clan del Golfo, así como al narcotráfico en el país.
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