Bruno Joel Jorgge Arriola, de 31 años y con el cargo de concejal en Natalio, departamento de Guairá, fue detenido tras el intento de enviar 12 kilos de cocaína desde el Aeropuerto Silvio Pettirossi en junio de 2023. Su patrimonio declarado, superior a G. 1.078 millones, contrasta con su salario mensual de apenas G. 1 millón. Este electricista, inicialmente cercano al abdismo, se encuentra actualmente alineado con el sector cartista, junto a figuras como Natalicio Chase y Alejandro Aguilera.
Este caso no es aislado. Otros políticos también han estado implicados en actividades ilícitas. Jeis Leonardo Urquhart De Lacerda, vinculado a un caso de sicariato en el Ja’umína Fest de 2022, y el senador Erico Galeano, procesado por lavado de dinero y asociación criminal, son ejemplos recientes. La penetración del narcotráfico en la política paraguaya tiene raíces profundas, remontándose a los años 60 con el cultivo de marihuana en Amambay y la llegada de figuras como Auguste Ricord, quien estableció vínculos con el régimen de Alfredo Stroessner para exportar heroína a Estados Unidos.
Durante la dictadura stronista, el narcotráfico consolidó su influencia, y figuras como Fahd Yamil Georges dominaron territorios clave en la frontera con Brasil. A esto se suma la violencia desatada por el crimen organizado, que ha cobrado la vida de periodistas como Santiago Leguizamón y de políticos como el diputado colorado Eulalio Lalo Gómez.
El sociólogo Carlos Aníbal Peris advirtió sobre la expansión del narcotráfico y su impacto en la democracia paraguaya, señalando la falta de control en el financiamiento político como un factor determinante. Sin políticas antidrogas efectivas y mayor regulación, Paraguay se ha convertido en un paraíso para el crimen organizado, según la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional.
Fuente y créditos
Última Hora