Turquía ha implementado importantes medidas regulatorias para combatir el lavado de dinero en el ámbito de las criptomonedas. Las nuevas disposiciones, publicadas en el Diario Oficial el 25 de diciembre de 2024, buscan aumentar la seguridad del mercado y evitar actividades ilícitas relacionadas con activos digitales.
De acuerdo con esta normativa, cualquier transacción superior a 15,000 liras turcas (aproximadamente 425 dólares) deberá cumplir estrictos procedimientos de identificación. Además, los proveedores de servicios de criptomonedas estarán obligados a recopilar datos detallados de los usuarios, y las operaciones realizadas con carteras no registradas serán consideradas «de alto riesgo» si no cumplen con los estándares requeridos.
Repercusiones locales y globales
Estas regulaciones, que entrarán en vigor el 25 de febrero de 2025, llegan en un momento crítico para el mercado turco, que en septiembre de 2023 se posicionó como el cuarto mayor del mundo en volumen de operaciones, según Chainalysis. Este movimiento también se alinea con iniciativas internacionales, como la Ley de Mercados de Criptoactivos (MiCA) aprobada en Europa.
Con esta normativa, los proveedores de servicios podrán frenar operaciones sospechosas, marcando un paso firme hacia un control más exhaustivo del sector.
Una estrategia regulatoria más amplia
El refuerzo normativo complementa otras medidas implementadas previamente en Turquía, como la «Ley de Enmiendas a la Ley de Mercados de Capitales», vigente desde julio de 2024. Este marco ha atraído 47 solicitudes de licencia por parte de empresas cripto, evidenciando el creciente interés en la formalización del mercado.
Aunque el uso de criptomonedas como método de pago está prohibido desde 2021, Turquía continúa destacándose en el comercio de activos digitales. El gobierno evalúa también imponer un impuesto del 0.03% sobre las transacciones en criptomonedas, como parte de sus esfuerzos para fortalecer las finanzas públicas.
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