Laritza Ferreiras Fernández, abogada experta en cumplimiento normativo y prevención de lavado de activos, señala que la informalidad, incluso entre empresas formalizadas, dificulta la implementación de programas efectivos de cumplimiento. Esto las convierte en posibles objetivos del lavado de activos (LA) y la financiación del terrorismo (FT). Entre los principales obstáculos, menciona recursos financieros y humanos insuficientes, escasa formación continua y falta de sensibilización hacia una cultura de cumplimiento.
“Muchas mipymes tienen márgenes operativos muy ajustados, lo que complica la inversión en tecnología o en la contratación de especialistas en cumplimiento”, explica Ferreiras. Asimismo, estas empresas suelen carecer de estructuras de gobernanza definidas, lo que dificulta la designación de oficiales de cumplimiento y la aplicación de controles internos.
La experta alerta sobre el uso de mipymes informales como vehículos para ingresar dinero ilícito al sistema financiero a través de actividades ficticias o la mezcla de ingresos legales e ilegales. Además, el uso de efectivo agrava el problema al dificultar la trazabilidad de las transacciones. Ferreiras destaca que las mipymes, al enfrentar menos presión regulatoria que las grandes empresas, tienden a priorizar normativas laborales y fiscales sobre el cumplimiento en materia de prevención de LA/FT.
Un programa de cumplimiento, según Ferreiras, incluye políticas y procedimientos diseñados para garantizar el cumplimiento normativo y prevenir actividades ilícitas. “Es fundamental para promover la transparencia y sostenibilidad en cualquier empresa”, señala. Sin embargo, enfatiza que su obligatoriedad depende del sector y la jurisdicción. En República Dominicana, sectores vulnerables como el financiero (bancos, seguros, cooperativas) y no financiero (casinos, constructoras, concesionarios de vehículos) están obligados a implementarlos.
La abogada advierte que las mipymes que no adopten estas medidas se exponen a graves consecuencias legales, sanciones económicas y daños reputacionales, incluso al cierre de sus operaciones. A nivel macroeconómico, la falta de cumplimiento impacta negativamente en el ecosistema empresarial.
Para superar estos desafíos, Ferreiras propone una estrategia integral que combine educación, sensibilización, soporte técnico y supervisión constante. “Fomentar una cultura de cumplimiento permitirá a las mipymes reducir riesgos y contribuir a un sistema financiero más transparente”, concluye.
Massiel de Jesús, periodista del medio elDinero, detalla esta problemática en su artículo. De Jesús es egresada Magna Cum Laude de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y cuenta con una maestría en Marketing Digital y Redes Sociales. Su experiencia en investigación y finanzas personales ha sido reconocida con premios nacionales.
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eldinero