La UIF también ha solicitado interrogar a Insaurralde, así como a su hijo Rodrigo, su sobrino Gastón Barrachina, el empresario Víctor Donadio y las empresas DOIO y SASAXA, que habrían estado implicadas en un esquema de blanqueo de capitales supuestamente vinculados a actos de corrupción.
Anteriormente, los fiscales federales Sergio Mola y Diego Velasco habían presentado denuncia contra Insaurralde y sus familiares. Sin embargo, la UIF, bajo la dirección de Ignacio Yacobucci, ha ampliado estas acusaciones, incluyendo a Cirio y Clérici, quienes fueron vistas navegando en el yate Bandido en el Mediterráneo mientras disfrutaban de champagne francés.
Según un análisis detallado de la UIF, que abarca 23 páginas, se reitera la existencia de tres ejes relacionados con el lavado de activos: la adquisición de propiedades a través de testaferros, la compra de vehículos mediante intermediarios y los viajes al extranjero financiados en efectivo. . El informe también examina los activos de Cirio y Clérici.
En particular, se destaca que Insaurralde adquirió dos lotes en el exclusivo barrio Fincas de San Vicente mediante su exesposa, Carolina Álvarez, durante su tiempo en el cargo público, sin poder justificar la operación con sus ingresos oficiales. En esa propiedad, construyó una casa valorada en cerca de medio millón de dólares, mientras que la empresa DOIO cedió los derechos sobre los lotes a SASAXA LIBERO, la cual estaba ligada a su sobrino Barrachina. En enero de 2018, se formalizó un contrato que permitía a Insaurralde y Cirio residir en el inmueble, ocultando el verdadero propietario mientras se desarrollaba la construcción y usufructo de la propiedad a través de personas interpuestas, según afirman los investigadores.
Además, la UIF ha reconstruido un viaje realizado por Insaurralde y Clérici a Marbella entre el 15 y el 20 de septiembre de 2023, financiado con fondos de origen ilícito. El costo del viaje, que ascendió a 41.087 euros y 8.189 dólares, no puede ser justificado con los ingresos legales del exfuncionario.
En cuanto a la adquisición de vehículos, Insaurralde utilizó recursos espurios a través de terceros, un método que también se aplica a los autos de Cirio. Tras su separación, Cirio compró tres autos de lujo, incluyendo un Jeep y un Ford, por montos significativos, lo que ha suscitado sospechas sobre el origen del dinero utilizado.
Además, se indaga la compra de un departamento en 2015 por parte de Cirio, cuyo precio de 385.000 dólares no está debidamente justificado, lo que lleva a sospechar que pudo haber sido financiado con dinero ilícito proveniente de Insaurralde. La pareja vivió en propiedades de alto valor registradas a nombre de empresas vinculadas a figuras condenadas por corrupción y lavado de dinero.
Después de que los fiscales imputaran a Insaurralde por lavado de activos y enriquecimiento ilícito, el juez federal Ernesto Kreplak le ha exigido que justifique aproximadamente 10 millones de pesos de su patrimonio en un plazo que concluye la próxima semana. Este monto corresponde a transacciones desde 2009, y aún no se ha realizado una actualización del valor.
Fuente y créditos
Antilavado de Dinero