La Justicia sentenció al exabogado de Marcelo Balcedo, Damián Burgueño, a 2 años y 8 meses de prisión por su participación en un esquema de lavado de dinero y asistencia al mismo. Sin embargo, la pena será cumplida bajo la modalidad de libertad a prueba, lo que significa que Burgueño no será encarcelado.
El fallo fue emitido por el juez de Crimen Organizado de 1er Turno, Fernando Islas, quien concluyó el juicio que se llevaba a cabo en su sede. En su sentencia, Islas determinó que Burgueño fue responsable de un delito continuado de lavado de activos y de asistencia en reiteración real. La Fiscalía, liderada por Jessica Pereira, argumentó que Burgueño desempeñaba un papel clave en el manejo de las operaciones financieras de Balcedo, excediendo las funciones tradicionales de un abogado.
Según el fallo, Burgueño no se limitó a brindar asesoramiento legal, sino que asumió un rol administrativo en las empresas de Balcedo. «Pagaba los sueldos de los empleados, era director de las empresas, emitía facturas de servicios a su nombre o con su domicilio, era el contacto de los proveedores y realizaba grandes pagos de dinero», señaló el juez en su resolución. Estos hechos respaldaron la acusación de la Fiscalía, que había solicitado una condena más severa de cinco años de prisión, alegando que Burgueño colaboró activamente en el lavado de dinero.
Los abogados de la defensa, Marcelo Domínguez y Gonzalo Fernández, argumentaron que su cliente desconocía el origen ilícito de los fondos y que, en la actualidad, es común que los abogados participen en operaciones comerciales más allá de los litigios. Con base en estos argumentos, solicitaron la absolución de Burgueño. No obstante, la Justicia desestimó sus alegatos y condenó al abogado.
A pesar de la condena, Burgueño no deberá cumplir la pena en prisión, sino en libertad a prueba, un régimen que incluye ciertas restricciones y la supervisión de su conducta. La defensa está evaluando la posibilidad de apelar la sentencia.
Fuente y créditos
Antilavado de Dinero