En su lucha por territorios estratégicos, aliados y rutas, ambas organizaciones han desatado una ola de violencia que ha afectado especialmente a Ecuador, donde compiten por el control de puertos, producción de cocaína y lavado de dinero.
El informe destaca que Ecuador, uno de los países históricamente más pacíficos de Sudamérica, enfrenta ahora altos índices de violencia. En 2023, la tasa de homicidios alcanzó un alarmante 44,5 por cada 100 mil habitantes, un aumento del 800 % en cinco años. El enfrentamiento entre las bandas locales Los Lobos, aliados del CJNG, y Los Choneros, vinculados al Cártel de Sinaloa, ha intensificado los conflictos en el país, impulsados por el apoyo de los cárteles mexicanos en armas y financiamiento.
El estudio también resalta cómo los cárteles mexicanos han evolucionado. Ahora controlan territorios más amplios, trafican múltiples productos y mantienen vínculos con mafias internacionales. El CJNG, liderado por Nemesio Oseguera, destaca por su crecimiento acelerado, diversificación de actividades y mejora de capacidades militares. Mientras tanto, el Cártel de Sinaloa, aunque desplazado en ciertos territorios, sigue consolidando alianzas estratégicas, como con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en Venezuela.
En Ecuador, la violencia relacionada con el narcotráfico ha desestabilizado al país, con masacres carcelarias y asesinatos como el del candidato presidencial Fernando Villavicencio, quien denunció nexos entre el crimen organizado y autoridades locales. Según el informe, la lucha entre cárteles por el control de rutas y recursos ha convertido a Ecuador en un nuevo epicentro del crimen organizado en la región.
Fuente y créditos
lasillarota