William Alcívar Bautista, conocido como “Willy” o “Negro Willy”, fue detenido en una operación conjunta entre las fuerzas policiales de España y Ecuador en Tarragona, una ciudad en el noreste español. Junto a él, también fue arrestado su hermano Álex Alcívar Bautista, alias “Ronco”, quien ocupa el segundo puesto de mando en la organización. Según informes de prensa, ambos vivían en Europa con documentos falsificados.
Los Tiguerones alcanzaron notoriedad internacional tras un violento ataque que interrumpió una transmisión en vivo de televisión en enero de 2024, presuntamente llevado a cabo por miembros de la banda. Este fue uno de varios atentados que sacudieron al país y que llevaron al presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, a declarar un “estado de conflicto armado interno”.
La banda, al igual que otras organizaciones criminales en Ecuador, tiene sus raíces en el sistema penitenciario, donde Willy trabajaba como guardia. En esa época, comenzó a colaborar con Jorge Luis Zambrano, alias “Rasquiña” o “JL”, líder de los Choneros. Tras la muerte de Rasquiña en 2020, los Tiguerones se separaron del grupo y se aliaron con otras facciones. Sin embargo, en 2023 volvieron a unir fuerzas con los Choneros, desatando una guerra con antiguos aliados, como los Lobos.
Después de ser liberado en 2018, Willy aparentemente huyó de Ecuador. Su hermano Ronco, liberado en 2021, asumió el control regional de los Tiguerones en el sur de Esmeraldas, una ciudad que se ha convertido en una de las más violentas del país debido a los conflictos de la banda.
La caída de los Tiguerones ha sido progresiva, en gran parte debido a la ofensiva militar lanzada por el gobierno de Ecuador en enero de 2024. Los ataques de los Lobos en Esmeraldas, junto con la aparición de facciones en Guayaquil, han debilitado la cohesión del grupo.
Aunque la influencia de Willy permanecía, su arresto, junto con el de su hermano, podría acelerar la desintegración de los Tiguerones, lo que a su vez podría desencadenar una mayor violencia en Ecuador, mientras otros grupos buscan aprovechar la situación y los líderes luchan por mantener el control.
Fuente y créditos
Insight Crime
