En la economía actual, la evolución del comercio y las transacciones ha facilitado la circulación del flujo de capitales de un lugar a otro en busca de oportunidades de inversión, lo que ha provocado cambios en los modelos de negocio, así como en las actividades de control de las entidades que reciben dicho flujo.
A su vez, este avance ha dado lugar también a que las organizaciones delictivas aprovechen estos mecanismos para introducir recursos de origen ilícito lo que llevó a la necesidad de implementar y fortalecer sus sistemas de gestión de riesgos que les permitan realizar una evaluación con un enfoque integral de riesgos que incluya las diferentes variables cualitativas y cuantitativas de los factores de riesgo.
Es por esto que, la Superintendencia de Sociedades en cumplimiento de la Recomendación 1 del GAFI1 ha efectuado modificación Integral al Capítulo X de la Circular Básica Jurídica de 2017, en la cual orienta a los sujetos obligados en el diseño de un modelo de administración de gestión de riesgo con base en los lineamientos de la norma ISO 31000:2018, que les permitirá gestionar la identificación, análisis, evaluación y tratamiento de los riesgos asociados a los delitos conexos al LA/FT/FAPDM, con un enfoque integral de todos los factores de riesgo que incluye la aceptación y control de los diferentes niveles de riesgo y que le permitirá a los sujetos obligados efectuar una gestión gerencial basada en la administración integral de riesgos para alcanzar sus objetivos de negocio y alineados al cumplimiento de los estándares internacionales predominantes.